miércoles, 8 de mayo de 2013

Segunda charla


Ya en la segunda charla, el ponente fue Rafael Martel, un maestro del Colegio Carmelitas de Elda. En primer lugar, este se centro principalmente en el concepto de innovación educativa, ya que él durante los 35 años en los que ha trabajado ha cambiado cinco veces la ley educativa, y este se ha tenido de ir amoldando a todas y cada una de ellas.

Más adelante, hizo especial hincapié en que el objetivo era entender la innovación como una estrategia en la gestión de un centro educativo, pero para ello, debemos tener claro qué es un centro educativo, entiendo este según Rafael Martel, como un servicio al cliente, un servicio que se ofrece a la sociedad para un bien común, que significa invertir tiempo en las personas, a su vez la escuela también es una empresa, además dentro de un centro todo comunica, es decir que no somos neutrales, sino que como somos personas hagamos lo que hagamos siempre comunicamos, como colegio debemos pensar qué quiere el cliente de mi, y a la vez qué quiero yo de mis alumnos, el objetivo principal de un centro educativo es la consolidación de  la relación con vuestros hijos y su formación integral para su futuro laboral y felicidad personal.


 


Después de aclarar qué es un centro educativo, se centró en explicar qué era un cliente dentro del ámbito educativo, pudiendo entender este como el alumnado, el profesorado, los padres… y se le denominan clientes porque realizan un pago al centro. Seguidamente, destacó que el cliente había cambiado, ya que todo el mundo tiene mucha prisa y no atendemos como antes, queremos resultados cuanto antes, el cliente quiere más es más  exigente, es más cómodo,  no tiene ni quiere  distancias y busca confianza plena y absoluta.

Además de que el cliente ha cambiado, también lo ha hecho por consiguiente la enseñanza, a finales del siglo XIX y XX, los roles estaban predeterminados, la madre cuidaba  de los  hijos, pero ahora en la actualidad los padres están separados y divorciados, la madre trabaja fuera del hogar,  existen nuevas familias, se crea un abuso de la televisión, internet, video juegos, la cesión de los abuelos, ocho horas del colegio, no se juega tanto como antes, en este contexto, la escuela debe enseñar a comer, higiene, enseñar a respetar horarios, crear hábitos y conductas responsables, cubrir necesidades de afecto, actividades extraescolares, detectar problemas de salud entre otros muchos aspectos, serán los que nos exigen como maestros.

También mencionó la importancia de las marcas, ya que un colegio, es una empresa, y dicha empresa funciona si la marca es conocida, y valorada como elemento diferenciador.
Por otro lado, este maestro, mencionó el primer colegio de innovación educativa llamado” Monserrat el pozo”. Este colegio ha realizado un proyecto educativo basado en la Teoría de las inteligencias múltiples, es el único centro de estas características en España y su objetivo se centra principalmente en optimizar la educación.

                                   



Desde mi punto de vista, los maestros debemos tener esa capacidad de flexibilidad y adaptación para amoldarnos a cualquiera que sea el cambio, ya que debemos ser conscientes de que la sociedad avanza y mejora y por tanto la escuela también lo hace, por lo que no tiene ningún sentido seguir educando de la misma forma que hace años, ya que   uno de los  objetivos de la escuela es que los alumnos puedan desenvolverse en la sociedad de la forma más autónoma posible y si en la escuela los maestros educan a sus alumnos de forma “antigua” una vez que salgan al mundo laboral, no les servirá prácticamente de nada todo lo que hayan aprendido, ya que la sociedad irá mucho más avanzada que los conocimientos de estos.
Por ello, los maestros debemos seguir formándonos, seguir aprendiendo miles de métodos que puedan suplir a otros ya que esté es más efectivo, siendo conscientes de que si nos quedamos estáticos, nos quedaremos atrás.

Además, se debe tener en cuenta que solo se aprende aquello que se practica, por lo que si no practicamos la creatividad, la capacidad de innovar, luego de repente no vamos a tener suficientemente esa capacidad desarrollada ya que nunca la hemos puesto en práctica, por lo que, debemos que comenzar en este momento, es decir, en nuestro proceso de formación como futuros docentes reflexionando  qué métodos cambiaríamos, cómo podríamos hacer la enseñan más participativa, entre otros muchos aspectos pero teniendo siempre en cuenta que si enseñamos siempre tiene que ser desde la emocionalidad, poniendo el mismo entusiasmo que el primer día, ya que lo que recuerdan los alumnos no son esas clases teóricas o lo que se aprenden de memoria, sino aquello que te emociona, que te gusta y que sobre todo  te hace partícipe de una forma u otra.
 



Para finalizar, destacar que como futuras docentes, debemos tener esa flexibilidad mental para saber amoldarnos a cualquier cambio que pueda surgir y su vez que automejoremos continuamente, que nos reconstruyamos con nuevos aprendizajes y nunca pensamos que ya sabemos suficiente, porque nunca se para de aprender, y menos en una profesión como es la de docente.

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